A mediados del año 2000 los integrantes del grupo Metallica decidieron demandar a la plataforma de intercambio de archivos "Napster", a varias universidades y a un total de 335000 usuarios por supuestas violaciones de derechos de autor. Para el batería, Lars Ulrich, "Napster trafica con mercancía robada. Por eso nos pone enfermos que nuestro arte sea tratado como un producto en lugar de como la obra artística que es". La reacción del público no fue muy positiva, y algunos de sus fans renegaron de ellos. Fue tal el grado de indignación que algunos hackers boicotearon la página web del grupo, a pesar de que la empresa que la administraba lo atribuyó a un problema de configuración.
Napster decidió bloquear las cuentas de los 35 mil usuarios que compartieron canciones de Metallica. En su defensa Napster alegó que actuaba como conducto de la información. La polémica se zanjó en julio de 2001 cuando los miembros del grupo decidieron cesar en sus denuncias debido a la mala imagen que estaba adquiriendo Metallica. No obstante el mal ya estaba hecho, y Metallica ya había perdido miles seguidores.
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