Sid Vicious, bajista de los Sex Pistols y una de las figuras más representativas de la historia del punk, no llegó a tocar ninguna nota encima de un escenario, y la razón no era otra que sus escasas aptitudes hacia el instrumento de las cuatro cuerdas. Antes que expulsarlo la banda decidió desconectar el bajo de Sid durante los conciertos y dejar que un roadie fuera el que tocara realmente el instrumento detrás de los amplis.
Tal y como afirmó hace unos años el manager y productor de los Pistols, Malcolm McLaren: "Sid no sabía tocar más que unas cuantas notas y acordes, y tampoco es que lo hiciera demasiado bien. Sin embargo, nunca supo que en sus conciertos su amplificador estaba desconectado, y que el sonido de bajo venía de alguno de los asistentes o roadies de las giras que, entre bambalinas, era el que realmente tocaba. No se lo dijeron porque tenían miedo de la reacción que podría tener Sid cuando se enterase".
El hecho de que el primer bajista de la formación, Glenn Matlock, fuera sustituido por Sid Vicious no es un secreto para nadie. Fue el propio manager el que decidió deshacerse del bajista original por Sid, dado que aunque tenía mayor habilidad musical, le faltaba la actitud y la estética punk del segundo.
Consciente de sus carencias al bajo decidió pedir unas lecciones a Lemmy Kilmister, pero la tarea fue tan frustrante que el líder de Mötorhead acertó a decir que enseñar a tocar el bajo a Sid Vicious había sido una de las cosas más frustrantes de su vida.
No obstante a nivel vocal el bajista destacaba sobradamente, por lo que llegó a interpretar alguno de los temas más célebres de la banda como la versión de My way.

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